El
verbo
Se le define como la palabra que puede
indicar acción (jugar, caminar, leer); fenómenos o acontecimientos de la
naturaleza (llover, temblar) o estados de anímicos (suspirar, llorar, dormir).
Manuel Seco dice que “verbo es la palabra
cuya función característica es la del núcleo del predicado. Sirve para “situar
en el tiempo” a la persona o cosa protagonista de la oración, denotando “algo
que pasa” relacionado con esa persona o cosa: lo que hace, o lo que le ocurre,
o su simple existencia” (1999, p. 265).
-
La conjugación. Es el conjunto de las formas del verbo
resultantes de combinar el lexema con las diferentes desinencias. En español se
presentan tres conjugaciones, denominadas así:
1.
Comprende los verbos que en infinitivo terminan en -ar (soltar, cazar, nadar).
2.
Comprende todos los verbos que terminan en –er (ceder, beber, extender).
3.
Comprende todos los verbos terminados en –ir (vivir, sentir, mentir).
- Accidentes gramaticales.
Con esta denominación se conocen los diferentes significados que las
desinencias le aportan al verbo. Tales accidentes son:
1.
El número (singular y plural).
Ejemplo: llego, llegaron.
2.
Persona. Primera, segunda, tercera,
cada una tanto en singular como en plural. Ejemplo: yo sueño (1ra. persona del
singular); nosotros soñamos (1ra. persona del plural).
3. Tiempo.
(Pasado, presente, futuro). Ejemplo: estudiaba, estudio, estudiarán).
4.
Modo. (Indicativo, llegó temprano;
subjuntivo, quisiera llegar temprano; imperativo, llegue temprano).
-Las
formas no personales del verbo. Con esta denominación
se conocen las expresiones del verbo en las cuales no se indica la persona
gramatical que lleva a cabo la acción; en palabras de Manuel Seco, “las formas
no personales (…) son las que el verbo toma cuando deja de ser verdadero verbo,
esto es, cuando se traslada a funciones distintas de la suya” (1999, p. 274).
Las mismas son:
1. El infinitivo. Equivale al nombre del
verbo, osea cuando esta sin conjugar (acelerar, obtener, destruir).
2.
El gerundio. Cuando el verbo
funciona a manera de adverbio, corresponde a las terminaciones –ando, -iendo,
-endo, por ejemplo, calentando, obteniendo, destruyendo.
3. El participio.
Cuando el verbo funciona a manera de adjetivo y corresponde a las terminaciones
–ado, -edo, -ido, ejemplos: llegado, construido.
-
Clases de verbos. De acuerdo como funcionan en la
expresión, los verbos se clasifican así:
1.
Verbos
auxiliares. Son aquellos que se unen a las formas no personales de
otros verbos para ayudarles a formar su significado. Los más comunes son:
- El verbo haber, que unido al participio de otros
verbos contribuye a la formación de tiempos compuestos; ejemplo: María ha terminado
su trabajo.
-
El verbo ser, que unido al participio de otros verbos
contribuye a formar la voz pasiva o
Aquella
en la que el sujeto no realiza la acción del verbo, sino que la recibe;
ejemplo, América fue invadida por los españoles.
2.
Verbos defectivos o incompletos. Son los que en su
conjugación no contienen todas las formas verbales. Por ejemplo, al conjugar el
verbo ocurrir no puede hacerse en primera persona del singular (ocurrí), solo
se hace correctamente en expresiones como ocurre y ocurrió. En otros casos se
trata de verbos que se utilizan sin sujeto o si
3. Verbos regulares.
Son aquello que al conjugarlos no mantienen sin modificación su raíz o lexema y
mantienen en sus desinencias un sentido de uniformidad. Ejemplos: cant-ar,
cant-ar, cant-e, cantaremos, cant-e, tem-er, tem-i, tem-io, tem-emos, part-ir,
pat-io, part-ieron
4. Verbos irregulares.
Son aquellos que al conjugarlos no mantienen inmodificable la raíz o lexema de
su infinitivo, a la vez que sufren grandes alteraciones en su desinencia. Por ejemplo, el verbo contar cambia su
raíz cont- por la forma –cuent al ser conjugado en primera persona del singular
del presente (cuent-o). El mismo Manuel Seco expresa al respecto, “otros verbos
irregulares (…) alteran en algunas de sus formas no solo la base, sino los
formantes, o bien solamente estos, o intercalan sonidos entre una y otros. Así,
la persona yo del pretérito del verbo tener (cuya base es ten- y a la que
correspondería el formante –í) en lugar de ser ten-í, es tuve.” (1999, p. 280).
La irregularidad que más suele ocurrir es la diptongación, que ocurre, por
ejemplo en el verbo mover, que al ser conjugado convierte la vocal -o- en el
diptongo ue, muevo; igual sucede en verbos como acordar, cerrar, jugar, entre
otros.
IMPORTANCIA DE LA ESTRATEGIA
Principalmente
yo escogí esta estrategia porque considero que es algo muy llamativo e
interesante a la hora de aprender cualquier tema, debido a que se afirma que
este tipo de actividades son motivacionales para cualquier persona en un
proceso práctico de aprendizaje (Niño, adolescente, joven, adulto).
Por
otro lado en mi actividad se repiten las preguntas erróneas al final, con el
fin de recordar y memorizar y no solo tachar cualquier opción y continuar, es
algo diferente a las actividades fisicas que puede presentar más atención y
ganas de participar por parte del aprendiz.
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